Hace casi un año nos hicimos eco de que el Ayuntamiento había prohibido la celebración de un Maratón de pádel alegando que causaría molestias a los vecinos, hasta que no estuvieran operativas las pistas que están ubicadas en el “Cerro de la Piscina”.
Pues bien, a los ya habituales ruidos del post-botellón hubo que añadir este fin de semana (y el anterior con el de Futbol Sala), los cantos rituales, guturales y desacompasados de curiosos congregados para un botellón ectópico y algunos alaridos de jugadores en pleno apogeo de su euforia nocturna.
Con esto se demuestra (como hemos repetido tantas veces) que hay ciudadanos de primera, de segunda y hasta de tercera, y que estos últimos, los de tercera, tienen que aguantarse y perder su s preciadas horas de sueño ante la pasividad de todas las autoridades involucradas.
Citar el correcto papel de la organización de la Maratón de Pádel, que aunque dispuso equipos de sonido, supo respetar en todo momento a los vecinos.
Aquí el vídeo, en los últimos coletazos de la noche y cuando apenas quedan individuos danzantes, pero aún así se aprecia perfectamente la cantidad de ruidos que llegan a producirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario