El primer paso es hacerse eco de la cara más negativa de una huelga general; los violentos.
La crisis ya ha demostrado a través de las varias manifestaciones realizadas en distintos países que las portadas están llenas de actos vandálicos, fotos del llamado "Black Bloc", en definitiva, de una minoría, mientras que la mayoría de manifestantes pacíficos son ninguneados por los medios, generalmente pertenecientes al ala política contra la que se hace la manifestación.
El segundo y último paso es manipular las estadísticas; "Se capaz de analizar las estadísticas, que pueden ser utilizadas para apoyar o socavar casi cualquier argumento".
Todos los periódicos españoles usaron el consumo de electricidad para estimar el seguimiento de la huelga, como si los que no van a trabajar dejasen de usar totalmente la electricidad, arrojando cifras de un 17 a un 22% de descenso con respecto a un día normal (significando que un solo un 22% secundó la huelga).
En cambio, solo El País comparó este dato con el de un domingo, un día en el que la gente no trabaja pero sigue consumiendo electricidad, con el que se veía que el consumo eléctrico solo era un 13% mayor que el de un domingo (significando que un 87% secundó la huelga).
Para cerrar, hacer eco de la frase que ha recorrido últimamente internet; " Si las huelgas no sirvieran de nada la derecha no intentaría prohibirlas"
Más información en el artículo de V. Navarro; "La manipulación de los datos de la huelga general".
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