Siguen a continuación una serie de reflexiones con el concepto de “Patria” como eje central y sobre su carácter pleomórfico dentro de la concepción individual. Es obvio que a las conclusiones a las que se llegan en este articulo y los silogismos empleados en él sólo son fruto de la citada concepción individual del autor y en absoluto pretenden ser “la verdad”.
-La patria como ente.
El fervor patriótico ha sido utilizado desde hace siglos para convencer al Pueblo de la necesidad de emprender determinados actos, sobre todo para exigir un sacrificio ("Todo por la Patria").
El concepto de Patria sólo es comparable al de Dios en cuanto a su carácter etéreo se refiere, y que en sí no es nada más que un concepto metafísico y un recurso dialéctico y a veces, cómo no, coercitivo.
Como ente abstracto y subjetivo que es, la Patria tiene tantas formas como mentes la conciban. Así pues la R.A.E. Se refiera a ella del siguiente modo:
1. f. Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.2. f. Lugar, ciudad o país en que se ha nacido.
La parte más relevante sin duda de la definición es la connotación del carácter afectivo que debe existir para que algún lugar sea considerado como “Patria”.
Por lo general el ser humano no suele sentir afecto o amor por aquellas que le son ajenas, por aquello que no conoce, sería realmente extraño que una persona que jamás visitó Gdansk o Xiamen asegure que posee ningún tipo de vinculo afectivo con sendas ciudades.
Siguiendo el silogismo podríamos decir que “la Patria” de cada cual son aquellas personas que lo rodean, aquellas ciudades con las que se tiene algún tipo de vinculo. Por ende se puede considerar que la mayoría de personas considerarían, según la concatenación anterior, que la Patria sería el núcleo familiar, los amigos,unas formas de vida determinadas, ideología, y por último aquellas cosas que sean de propiedad y hacia las que se pueda sentir un particular efecto (una casa, una granja, una vaca, etc).
Como decía el protagonista de la famosa película argentina “Martín (Hache)”, recurso siempre necesario cuando se habla del concepto “Patria”:
“Eso de extrañar, la nostalgia y todo eso es un verso. No se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso, pero también lo extrañás si te mudás a diez cuadras... El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país es un tarado mental. La patria es un invento. ¿Qué tengo yo que ver con un tucumano o un salteño? Son tan ajenos a mí como un catalán o un portugués. Son estadísticas, números sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos y eso sí se extraña, pero se pasa. “
-La Patria como fuerza motriz.
Habría algún tiempo en el que verdaderamente se luchaba y se moría por la Patria, contra invasiones en las que era probable que a uno lo matasen, violasen a su mujer (o incluso a su abuela) y quemasen su granja, si es que tenía una. Pero hoy día, sin duda, no se lucha por la “Patria”, personal y auto-creada, sino por petroleo, por dinero, por terreno o por ansias de poder. Aún así la maquina de movimiento perpetuo que es “el poder” sigue inoculando en mentes débiles un concepto de Patria mucho más abstracta que la creada por el auto-convencimiento, un ente cambiante que sirve para espolear a ciertos individuos hacia algún fin o empresa por lo general poco grata y dotarla así de un carácter heroico, justo o noble. Pero todos sabemos que las causas nobles, justas y buenas no necesitan ser promocionadas bajo disfraces, sino que es la moral, suprema forma de auto-convencimiento, la que obliga al individuo a sacrificarse.
-La Patria y los heteróctonos.
El concepto “tradicional” de Patria, engloba dentro a una serie de individuos que son tan diferentes ideológica y culturalmente que por lo general solo están relacionados por una forma de gobierno común y a veces (sólo a veces, y muchas de manera impuesta) por una lengua.
Ese carácter en sí no es negativo, pues si en nuestra “Patria individual” englobamos a aquellas personas por las que sentimos algún tipo de afecto ¿Porqué no considerar de igual modo a todos los ciudadanos que se encuadran el “la Patria oficial” si partimos de la base de que estos son, por decirlo de algún modo, “buenas personas”?
Por lo tanto, si los “buenos y justos” son dignos de admiración o afecto y un andaluz podría sentirse ligado de este modo a un asturiano, se nos plantea la siguiente situación, si en Francia, Italia o Portugal también hay individuos “justos y buenos” y por lo tanto dignos de ser considerados hermanos en la Patria; ¿Qué sentido tienen las fronteras? ¿Su objetivo no es mantener fuera a individuos presumiblemente diferentes? ¿Podría ser que la Economía y el Poder dicte quien es digno de ser conciudadano de otros individuos? Muy posiblemente.
Habrá quien esgrima en favor de las modernas fronteras que sólo son demarcaciones meramente administrativas para un mejor gobierno de los ciudadanos, pero ¿Por qué estas y no cualquier otra?
¿Porqué no existe uno único estado europeo o en cambio un estado extremeño, si de este modo la administración y el gobierno va a ser más eficiente?
En España particularmente el concepto Patria que tradicionalmente se viene inculcando engloba territorios muy dispares en todos los sentidos y cuyas idiosincrasias y necesidades administrativas difieren netamente unos de otros y hay una necesidad casi atávica por mantener la estructura actual, pensando que de otro modo se produciría un colapso de la sociedad y sobre todo una perdida de status de algunos individuos, así mismo muchos piensan que la formación de un estado federal implica la ruptura de relaciones entre los distintos territorios que lo integrarían. Estados como EE.UU. o Alemania han demostrado que estas afirmaciones no tienen ningún sentido y que las relaciones entre distintos estados son cordiales y lo que es más administrativamente eficientes. Como ejemplo curioso destacar que en Alemania las unidades de la Bundeswehr tienen carácter regional pero bajo un mando plenamente federal, encuadrando en unidades a ciudadanos del mismo Landser o Estado. Este mismo sistema fue utilizado durante la Segunda Guerra Mundial y nadie dudará de su eficacia.
Otro punto importante a tratar sería la apropiación de los símbolos nacionales por parte de la derecha a raíz de la dictadura fascista, por lo que los mismos quedan vetados a las izquierdas y en otras ocasiones simplemente son sustituidos por otros con un carácter reivindicativo, pero esto merece un análisis más concienzudo y extenso en otro momento.
Por último, sólo queda añadir unas cuantas citas que grandes pensadores hicieron al respecto y que pueden servir de condensación de todo lo anteriormente expuesto:
"Sólo el egoísmo tiene patria. ¡La fraternidad no la tiene!""La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie.""La patria no es el lugar donde se nace, sinó donde se es libre.""Nadie es patria, todos lo somos."
"Para el hombre dichoso todos los países son su patria."
“Los catalanes, los gallegos y los vascos serían anti-españoles si quisieran imponer su modo de hablar a la gente de Castilla; pero son patriotas cuando aman su lengua y no se avienen a cambiarla por otra. Nosotros comprendemos que a un gallego, a un vasco o a un catalán que no quiera ser español se le llame separatista; pero yo pregunto cómo debe llamársele a un gallego que no quiera ser gallego, a un vasco que no quiera ser vasco, a un catalán que no quiera ser catalán. Estoy seguro de que en Castilla, a estos compatriotas les llaman "buenos españoles", "modelo de patriotas", cuando en realidad son traidores a sí mismos y a la tierra que les dio el ser. ¡Estos si que son separatistas!”.
"Yo no soy patriota. Este vocablo que hace más de un siglo significaba la revolución y libertad ha venido a corromperse y hoy manoseado por la peor gente incluye la acepción, más relajada de los intereses políticos y expresa la intransigencia, la intolerancia y la cerrazón mental."
Santiago Carrillo
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