La polémica en torno a la adoración en el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado para el judaísmo, se ha reabierto cuando 5 mujeres judías han sido detenidas mientras rezaban en él en la oración matutina, transgrediendo las reglas ortodoxas aplicadas en la zona.El arresto llega dos días después de la publicación de un plan que podría permitir a los no-ortodoxosos realizar sus servicios religiosos en igualdad de condiciones que los ortodoxos.
"¡El Muro perteneces a todos!" gritó Lesley Sachs, presidenta del grupo activista Mujeres del Muro, mientras era forzada a abandonar el lugar por agentes de policía, vestida aún con el manto de oración. Mientras, un ultra-ortodoxo les gritaba; "¡Fuera de aquí, no profanéis este lugar sagrado, no os pertenece!".
La detención de mujeres que lleven el manto de oración en el Muro, en los últimos meses, coincide con la decisión de la Corte Suprema Israelí de defender las prácticas religiosas tradicionales, la cual ha provocado una gran indignación entre los judíos americanos, provocando que el primer ministro, Benjamin Netanyu haya tenido que buscar una fórmula que permita la práctica de diferentes tipos de ritos en el mismo lugar sagrado.
En las últimas décadas, desde que quedó bajo control de Israel tras la Guerra de los Seis Días (1967), el muro ha sido custodiado estrictamente por los ortodoxos. Los rezos femeninos se practican tras una separación, con reglas especiales de vestuario - ropas modestas para las mujeres y cabeza cubierta para los hombres- y los rituales son supervisados por un rabino ortodoxo especialmente designado para ello.
Con información de The Washington Post
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