Partiendo de esto hay que matizar, la intrahistoria unamuniana esta muy bien, es la sal de la historia, explica el porqué de los grandes hechos e incluso nos enternece al ver el lado más humano del pasado. Pero de ahí y casi declarar días de fiesta a cada paisano que hizo algo (con algo me refiero a cosas no determinantes en acontecimientos), o incluso con los vecinos de hoy, cada vez que uno destaca lo más mínimo en el mundo de extramuros.
El exacerbo con el que celebramos tales éxitos (históricos o actuales) dice mucho de nuestro pasado y presente, nunca hemos tenido nada ni hemos sido nada, o eso parece por nuestras reacciones, se sorprende la madre cuando su hijo hace algo bien la primera vez pero no cuando lo habitual es que sea así, y no por eso la segunda deja de sentir orgullo.
Si los vascos publicaran a los cuatro vientos las hazañas de sus segalaris los tildaríamos de catetos y cazurros…pues nada a aplicarse el cuento, hay que dejarse de autofelaciones y levantar la cabeza mirando al futuro, sino nos estampamos.
El que quiera entender que entienda.
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