El Día de la Memoria.

Ayer, día 27 de Enero se celebraba en Italia (y en otros países) el Día de la Memoria, en conmemoración de las víctimas del Holocausto (el 27 de Enero del 45 se derribaron las cancelas de Auschwitz) . Los escolares cambiaban las clases por visionados de documentales y películas temáticas y en todas las ciudades, hasta en las más pequeñas se ofrecían conferencias y exposiciones. El objetivo; no olvidar los millones de víctimas de la barbarie humana.

Aunque este día fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 2005, como Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto , en España poco o nada se habla, aun cuando 1200 españoles sufrieron el frío, el hambre y la muerte en el campo polaco (sin hablar de los millones que sufrieron nuestro Holocausto intestino).
Primo Levi llamaba a si mismo y a sus compañeros de cautiverio los “nulla” (los nada), porque en aquel momento no eran nada, y al menos en nuestro país siguen siendo nada, ignorados y desconocidos.

El próximo 25 de Abril ellos (los italianos) celebrarán la liberación de su país de las garras del nazifascismo (como ellos lo llaman), nosotros aún no sabemos lo que es eso, todo sigue atado y bien atado.

Cerramos estas lineas con la poesía con la que el citado Primo Levi abría su libro “Si esto es un hombre”

Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal
Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetírselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.

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