La indignación ha estallado en Grecia, cuando cientos de funcionarios han increpado al cónsul alemán en Tesalónica, Wolfgang Hoelscher-Obermaier, y le han arrojado agua y café.El suceso es el resultado del aumento del descontento del pueblo griego tras la aprobación de un nuevo plan de ahorro por parte del Parlamento griego.
Las nuevas medidas a aplicar incluyen; despido de funcionarios, aumento de impuestos y recorte de sueldos. En relación Hoelsher había declarado "El trabajo que hacen 3000 funcionarios griegos pueden hacerlo 1000".
Angela Merkel declaró a la sazón "La violencia no es el medio para solucionar las diferencias".
A pesar de que el cónsul resultó ileso, la policía dispersó a las 300 personas que se habían concentrado usando gases lacrimógenos. Los manifestantes gritaron lemas como "nazis fuera".
Fuentes:
Deutche Welle.
El Universal.
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